may. 26
Preservar y mejorar la memoria

Gozar de buena memoria es tener un tesoro. Nos permite recordar experiencias, retener conocimientos y mantener intacta nuestra personalidad e identidad. 

Sin embargo, el paso del tiempo hace que, de forma natural, debamos enfrentarnos a algunos desafíos para mantenerla en buena forma. Afortunadamente, hay algunas acciones que pueden ayudarnos a preservar y mejorar nuestra memoria a lo largo de nuestras vidas. En este post, te enseñamos cinco sencillos consejos y prácticas que puedes tener en cuenta en tu rutina diaria para cuidar de tu memoria.

1. Apuesta por una alimentación saludable y equilibrada

La dieta tiene un papel determinante en la salud general del cerebro. Debemos incluir alimentos ricos en antioxidantes, ácidos grasos omega-3 y vitaminas del grupo B. Esta acción fortalece la función cerebral y nos proteger contra el deterioro cognitivo. En este sentido, es recomendable incidir en el consumo de pescado azul, nueces, aguacates, frutos rojos o verdura de hoja verde. También hay que asegurarse de mantener una hidratación adecuada porque la deshidratación puede afectar negativamente la función cerebral.

2. Mente activa

El cerebro también necesita "hacer ejercicio" regular para mantenerse en forma. Para esto, piensa en cómo puedes dedicar cada día un poco de tiempo para realizar actividades que desafíen tus habilidades cognitivas como leer, hacer pasatiempos, aprender idiomas o tocar un instrumento musical. Esto puede ayudar a estimular la memoria y el pensamiento creativo. Una gran opción es utilizar juegos o "rompecabezas" que requieran concentración y memoria como el ajedrez o los juegos de mesa.

3. Duerme bien y prioriza el descanso

El sueño desempeña un papel fundamental en la consolidación de la memoria y el aprendizaje. Durante el tiempo de sueño, el cerebro procesa la información adquirida durante la jornada y la "almacena" de manera eficiente. Dormir poco puede afectar negativamente a esta capacidad. Intenta, por tanto, mantener una rutina de sueño regular y asegúrate de dormir entre 7 y 8 horas cada noche para optimizar el rendimiento de tu memoria.

4. Haz ejercicio físico regularmente

La conexión entre la actividad física y la salud cognitiva ha sido ampliamente estudiada (​Mens sana in corpore sano). La práctica regular de ejercicio aeróbico, como andar ligero, correr o nadar, mejora el flujo sanguíneo hacia el cerebro y estimula la regeneración celular. Además, el ejercicio físico favorece la liberación de endorfinas, los neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés, lo que puede tener un impacto positivo en la memoria y el rendimiento de la mente.

5. Gestiona bien el estrés

El estrés crónico, en efecto, puede perjudicar la memoria y la capacidad de concentración. Busca técnicas de relajación que te ayuden a reducirlo, como la meditación, el mindfulness, la respiración profunda​ o el yoga. Además, asegúrate de dedicar tiempo a actividades que te gusten y hobbies que te ayuden a desconectar y "recargar pilas".

 


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