En un contexto como el actual donde existe una clara saturación de información, el storytelling se ha convertido en una de las técnicas con la que se consigue un mayor impacto en la comunicación ya que al poner el foco de atención en las emociones, y no en la audiencia, se establece una mejor conexión emocional con quienes reciben la historia.
Acaba de ver la luz la obra “Storytelling en el ámbito sanitario" que tiene un objetivo concreto: ayudar a mejorar la relación que se establece entre los profesionales del sector salud y los pacientes y sus familiares. Este libro del que es coautor el Dr. José Vicente Martínez Quiñones, neurocirujano del Hospital MAZ de Zaragoza y experto en esta técnica comunicativa, cuenta cómo aplicarlo en la relación médico-paciente aportando ventajas para ambos.
El conflicto asistencial más frecuente deriva de una falta de comunicación entre el sanitario y el paciente. Esta falla en la comunicación bien podría ser iluminada por el uso de storytelling, ya que este realza el aspecto emocional de la comunicación. Y esto es así, porque cuando los cerebros del sanitario y del paciente sintonizan, se produce una transferencia de sensaciones y sentimientos que conlleva un entendimiento compartido y de ahí, a una historia compartida, aspecto esencial en el mundo de la medicina.
Las palabras que mejor representan lo que se puede descubrir son cuatro:
- Generosidad, imprescindible, en todas y cada una de las relaciones entre todos los miembros del sector salud y cada uno de los pacientes y familiares.
- Empatía, frente al dolor de la enfermedad.
- Sentido de pertenencia a la comunidad sanitaria que nos hace sentir que no estamos solos.
- Sentidos, sentimientos y sensaciones, el alma del storytelling.
Saber cómo elaborar la historia es el verdadero poder de storytelling, lo que hace que la narración sea comprendida y posteriormente compartida al superponerse las redes neuronales que permiten la coincidencia en sentimientos y pensamientos entre el narrador y el oyente (sanitario/paciente).
No sé por dónde empezar…
No sé cómo empezar…
La cosa viene de muy atrás…
He traído unas notas apuntadas…
Este es el comienzo habitual de una consulta médica. Alguien, con cierta ansiedad, desea contar y contar y no sabe cómo empezar, qué decir, si todo cuanto cree que debe contar le parecerá oportuno a su terapeuta, teme no llegar a él, no saber expresarse, qué decir y qué callar, etc. “No sé si me explico" es otra expresión habitual una vez que ya se lanzaron a contar “su historia". A veces, muchas veces, tampoco sabe poner punto final a la consulta de ese día, ahora que ha empezado le gustaría que la consulta fuera ilimitada, eterna. ¡Es tanto lo que lleva guardado en su interior!
La cosa no acaba ahí. El terapeuta desea ir al grano, no tiene mucho tiempo (hay más personas esperando para contar sus historias) y se viste de “técnico" con preguntas bien dirigidas. Lo que para el paciente era charlar cambia de aspecto, se torna interrogatorio, hay que concretar. El paciente se ha visto frustrado en sus expectativas, el terapeuta ya tiene datos para hacer un diagnóstico y plantear un tratamiento. Sin embargo, no sabe nada de la persona que tiene enfrente. No le ha permitido revestir su dolencia con una historia de su vida, no le ha dejado darle sentido (al menos intentarlo) a su dolor.
Estaba esperando ¡cuéntame!, y le llegó “le voy a hacer unas preguntas" …
En la actualidad, los usos más frecuentes de esta técnica de comunicación en el sector salud son:
- Herramienta para fidelizar al paciente.
- Soporte de comunicación entre médico y paciente.
- Vehículo de expresión de las emociones del paciente.
- Con la finalidad de concienciar y sensibilizar a la sociedad acerca de enfermedades poco conocidas o visibles.
- Para potenciar el branding personal de los profesionales de la salud o de instituciones sanitarias.
- Para integrar al entorno familiar, social y profesional en el proceso médico de enfermos terminales.
Los autores del libro:
Ignacio Jáuregui Lobera
Mar Martínez Gamarra
Marian Montes Martínez
José Vicente Martínez Quiñones
Ver referencias del libro en este enlace